El Mundo y sus emociones

El duelo y las emociones

Llorar es sano

El duelo y las emociones

Las personas no reaccionamos igual ante la muerte de un ser querido, la pérdida de una larga amistad o la pérdida de una relación de pareja.

A veces sucede que queremos disimular nuestro dolor y esto no conduce a nada positivo porque bloquea la comunicación con otros familiares que pudieran estar sintiendo lo mismo que nosotros y es importante hablarlo, tras la muerte de un ser querido puede ser normal que el mundo torne a verse inseguro e incomprensible.

La pérdida de un ser querido no se supera, más bien nosotros nos recuperamos.  Las pérdidas molestarán de vez en cuando como cuando tienes una cicatriz. Sin embargo, revivir la experiencia facilita la integración de la realidad de la pérdida. podemos hablar sobre la causa de la muerte o lo que condujo a ésta (generalmente tratamos de hacer lo contrario).

Sentir tristeza y miedo es parte de la vida del ser humano, sentir alivio, sentir alegría, o ira también nos hace humanos. Solo es importante saber gestionar nuestras emociones y expresarlas.

El primer paso que podemos dar cuando se quiere ayudar a alguien que intenta reponerse de la pérdida de un ser querido es  informarse, aprender la cultura del duelo, y hacerle saber que no está solo que hay personas que pueden apoyarle. Y que la vida siempre incondicionalmente tiene sentido seguirla viviendo, recordando y agradeciendo los bellos momentos vividos con esa persona.

¿Podemos o no llorar?

Si algo sale mal, si te roban un objeto valioso, un carro o te operan, sueles llorar con amplia libertad porque todas estas circunstancias son dolorosas. ¿Por qué no llorar frente a la situación que produce un dolor bio-psico-sociofamiliar?  Y además es un dolor espiritual porque duele el alma, duele el pasado, el presente y te duele el futuro. En pocas palabras sentimos que nos duele la vida, así que no sólo se puede llorar, sino que es sano. porque siempre es importante saber expresar nuestras emociones.

Confía, habla, exprésate, llora si lo deseas, pide apoyo normalmente hay alguien que te pueda abrazar en esos momentos.

Y una forma de apoyar a un doliente es la terapia hombro-oído-abrazo, es decir, confiar, escuchar y apapachar con un fuerte y sincero abrazo, puede lograr que alguien se sienta recuperado.

Escribir una carta con todo lo que sientes, leerla y agradecer los buenos momentos que pasaste con esa persona,  puede hacerte sentir mejor.

Cuando murió mi hermana lo acepté porque sabía que ya no iba a sufrir más de esos dolores que padecía. Meses después decidí escribir un libro a cerca de su vida y mientras escribía recordé tantas experiencias valiosas, tristes, y muchas  divertidas que viví a lado de ella y pensé:  su vida merecía ser vivida. Sentí alivió y supe que a ella le fascinaría la idea de que yo siga viviendo feliz con nuevas experiencias de vida.

«Si pudiera vivir mi vida otra vez, la próxima vez me atrevería a cometer más errores, correría más lejos y haría más viajes… y quizá tendría menos problemas imaginarios.»  (Borges).

Un abrazo.

Cecilia

 

 

 

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